La ex trabajadora de la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas CONADEP María Eugenia Lanfranco charló con Radio Azul sobre la labor desarrollada hace 40 años en el inicio del retorno de la democracia cuando se comenzaron a registrar los casos de desaparición y tortura de personas ocurridos durante la dictadura cívico-militar iniciada en 1976.
Lanfranco destacó que los datos recabados entonces han servido, no sólo para el Juicio a las Juntas de 1985, si no que tienen utilidad hasta el presente en juicios por delitos de lesa humanidad que siguen en curso.
“Algunos datos, información, o fotos que fueron registradas en aquellos nueve meses que existió la CONADEP, desde el 15 de diciembre de 1983 hasta el 20 de septiembre de 1984, hoy siguen sirviendo de prueba en causas de lesa humanidad que continúan”.
Mencionó que inició su labor como voluntaria con 20 años para tomar denuncias de familiares de las personas desaparecidas, también para organizar el archivo, y contó que fue a tomar denuncias a la provincia de Tucumán, territorio en el que el terrorismo de estado había ensayado algunas de sus prácticas ya desde 1975.
De esa experiencia resaltó la diferencia entre tomar una denuncia en una gran ciudad (como CABA; Mar del Plata, etc.) y en un poblado tucumano pequeño.
Dijo que los familiares de las grandes ciudades venían con documentación presentada ante la CIDH, con habeas corpus; mientras que en Tucumán era la primera vez que los familiares denunciaban ante el estado democrático que iba a preguntar que había pasado con esas personas.
“Eso me marcó mucho” aseguró María Eugenia Lanfranco quien este sábado estará desde las 18 en La Salita de Malere 567 para contar su experiencia en la CONADEP en primera persona.
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